Es habitual encontrarse con padres acompañados de sus bebés en rutas por montaña. Normalmente son transportados en esas mochilas en las que el bebé saca las piernas por la parte de abajo y queda comodamente instalado en la espalda de su papá o mamá. Y digo normalmente porque he llegado a ver a una madre con una silla normal de niño (con niño dentro) llegar hasta la famosa cascada de la Cola de Caballo en Ordesa. Los "porteos" de la madre y familiares en las gradas de Soaso eran para grabarlos...Sin llegar a estos extremos, la mayoría de padres que aman la montaña quieren que sus hijos la vivan con ellos cuanto antes. ¿Y por qué no van a poder dormir como duermen sus padres en la montaña?
La respuesta nos llega de la holandesa Nomad: un saco momia para los más pequeños.
Tiene las características de los de los mayores con su capucha ajustable y cremallera lateral, en este caso de apertura total para poder acomodar al bebé rapidamente. El exterior es resistente al agua, el interior de forro polar y el saco viene preparado para acoplar los arneses para bebés de la marca. El relleno del saco es sintético y si, además, queremos la esterilla aislante a medida, existe una de la misma marca e incluso una pequeña tienda individual también a medida de la que hablaré más adelante. ¿Se puede pedir más?
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